¡Cómo
ha cambiado todo!
Qué
lejos están aquellos días en que, si uno era “trabajador” y “honrado” tenía el
futuro asegurado. Ahora puedes estar trabajando toda tu puta vida, levantándote
de madrugada, sacrificándote durante años para poder llegar a tener una casa
propia donde envejecer y morir dignamente…
... y, de pronto, en el Congo Belga se
hunde una mina de litio que deja sin servicio a la principal empresa litiadora
del sector, que tiene su sede en Irlanda y la central en Sumatra, y se
desestabiliza el mercado, la bolsa cierra a la baja, los intereses van al alza,
el Euribor se encabrona, los bancos se acojonan y tu hipoteca se dispara.
Como
el litio tarda en venir, los mercados presionan y los gobiernos toman medidas,
el paro sube a saco, el euro se tambalea, la jubilación se retrasa y se convoca
una huelga general, hay disturbios en las calles, los antisistema lo rompen
todo, y es que todo es culpa suya coño, los ajustes llegan, el consumo se
detiene y el litio sin venir.
Luego
hay que ir a votar porque la culpa es del gobierno y vamos a poner a otro en su
lugar, que la burbuja inmobiliaria nos ha desestabilizado y hemos de inspirar
confianza a los inversores externos, y sin humos por supuesto, que ha vuelto a
subir el paro y el crecimiento está estancado.
Y
a todo esto los partidos llenos de gente robando delante de los morros de
cuatro millones de parados, y los que no, teorizando sobre autogobiernos,
independencias y demás… el Papa preocupado porque no rezamos a su Dios y porque
no somos buenos niños, como para ser niños con esta gente cerca...
... el Banco
Vaticano investigado y los islamistas que se vienen a tocarnos las torres como si
aquí no hubiésemos tenido ya nuestra ración de religión por cojones.
Luego
vienen los virus y las gripes, A, Z y Jones, la mutación de los virus y la
resistencia al antibiótico, las farmacéuticas velan por nosotros y en la hora
de nuestra muerte amén.
Los pesticidas y demás mierdas nos los comemos porque
para eso están, la cadena alimenticia nos los trae a la boca. Pero ya sacaremos
vacunas para eso, no molesten que estamos asistiendo a una mutación transgénica
de riñón de pato que si no se produce rechazo podrá implantarse como alargador
de pene y lo podrás comprar después de Llamar y Ganar a las cuatro de la
madrugada instalado e hipnotizado frente al televisor, en casa.
A
esa hora ya todo te da igual, lo único que te puede salvar de la mierda es
tener una polla antinaturalmente grande, y es que… digan lo que digan… el tamaño igual no importa, pero entretiene!