22 de octubre de 2010

Secuestro Expres

... sentado frente al ordenador... espejo que refleja la genialidad y la impotencia que le poseen a uno en el proceso creativo... escribe, tacha, escribe, tacha... un porrito... escribe, tacha, essssssssscrrrrrrrrrribbbbeeee... que buena esta hierba... tachhsssscha... bufff, sofá... 

... voy a poner el sofá de espaldas al televisor, o mejor, voy a poner el televisor de cara a la pared, castigado... por tocacojones...

Hoy es viernes, los viernes flota en el aire la sensación de que va a pasar algo, empieza el fin de semana, es cuando se ha decidido que nos podemos divertir, como Dios descansó, nosotros también, y entre semana que no descanse ni Dios. El viernes hay prisa por marchar del trabajo, las cosas importantes se dejan para el lunes, como si el lunes no fueses tú el que se va a encontrar el marrón encima de tu mesa. Pero es viernes, y empieza el fin de semana, si tienes suerte y eres diputado, ya no vas a trabajar, si no eres diputado no te quejes, haberte presentado a las elecciones, al final, los pusimos nosotros a estos que descansan los viernes... 

El fin de semana es la válvula que necesita la sociedad para no hacer una revolución cada mes, no tener el fin de semana sería para la gente como no cagar, acumulas acumulas y si no vacías explotas. Esto no quiere decir que el fin de semana sea como una mierda, aunque alguno coja una mierda que le dura la resaca hasta el otro fin de semana...

El fin de semana es cuando tocan actividades diversas e importantes, ese día bricolajero del "grifo-que-gotea-cari-que a ver cuando-lo arreglas-que-me-tienes-harta", ese polvo findesemanero que toca porque entre semana no toca y algún día hay que follar digo yo... y eso sí, la actividad de las actividades, la intrínseca de finde, la que toca, la que mola...

¡Ir al Centro Comercial más cercano!

 

... que siempre hay uno. Pero siempre siempre eh?

Yo sé que la gente es lista y ya se ha dado cuenta de que el desarrollo urbanístico empieza por el Centro Comercial, cuando uno ve una obra en un descampado y te dicen:

- Aquí están haciendo un Centro Comercial!

Ya sabe uno que en unos años allí habrá un pueblo, una ciudad, con su alcalde, con su urbanismo, con sus recalificaciones, lo normal vamos... ah! Y unos cuantos concejales imputados en algún obscuro caso de permisos de edificación...

Ir a los centros comerciales con la familia el fin de semana es tan indispensable, que nunca se tiene la felicidad completa si no se han hecho unas cuantas horas de cola entrando el coche en el párking del Centro Comercial, unas horas más de pasilleo comprando artículos de primerísima necesidad, de esos que la materia prima viene de países en guerra, de esos que al comprarlos das de comer a niños lejanos y pobres, que eso sí, solidarios somos eh? 

Unas horas más de cola para pagar, que tú piensas:

- Si esta cola la hago para pagar, si fuera gratis moriría esperando.

Cola para el ascensor hacia el párking, cola para salir del Centro Comercial, cola para volver a casa, y, por supuesto, que no falte, el niño que vomite en el coche la "mierda en bolsa" que le has comprado para que dejara de gritar que ya te estabas imaginando como sería tu vida si el niño estuviese en esos precisos momentos camino de Madagascar, y, si todo va bien, unas cuatrocientas vueltas por el barrio para aparcar el puto coche que un día me lo sacaré de encima y que le den mucho pol culo! Amén!

El consumo es la base de nuestra felicidad, llevamos toda la semana viendo los anuncios de las cosas que son imprescindibles para ser feliz, y hemos de tener algún sitio y algún momento para comprarlas, suerte que los centros comerciales están abiertos los fines de semana, así es más fácil comprar tan felices elementos básicos para vivir en una sociedad basada en el "mira lo que me comprao".

¡Que bonita imagen la del centro comercial! Esos niños hijos de cuarenta furcias, que se hallan escondidas en alguna tienda buscando una falda que ponga cachondos a los paletas el lunes en la obra de enfrente del despacho... mientras sus hijos molestan a otros peregrinos que miden en el número de bolsas de compra que van cargando la dimensión de su felicidad. 

De hecho los niños se han quedado con el padre, fuera de la tienda, en los pasillos del centro comercial, supuestamente a su cuidado. Pero el padre está colapsado de actividad, el Marca en una mano, un cigarrito en la otra "queyomequedofueracariñoquedentronosepuedefumar", un ojo en la alineación que presenta Mourinho, el listo este, y el otro ojo controlando la braga tanga del pibón que está agachado a cinco metros de distancia doblándose el bajo del pantalón recién adquirido y que no ha podido resistir la necesidad de estrenar...

- Es que me urgía una dosis de felicidad, he tenido un disgusto muy grande y he de comprarme ropa... 
- Tranquila cariño, ante la alternativa a la compra compulsiva, que sería el prozag, mejor sigue comprando...

Y ahí está el padre de las criaturas molestosas de cojones, mirando esa raja/maja de la churri compulsivo/compradora, deseando tener otra mano, aparte de la que sujeta el cigarro y de la que sujeta el periódico, para cogerse al paquetamen, que la tía de la raja se la está poniendo morcillona y la churri está con la visita de la tía de América y no me acuerdo yo de cuanto hace que no mojo, que me da a mí que ésta tiene la regla tres veces al mes... pero no me acuerdo porque no puedo estar por todo y en el Marca con un ojo veo que Mourinho la caga con Cristiano y con el otro ojo veo que la tía de la raja se está agachando más y a mí se me va a hinchar la vena...

Uno va a los Centro Comerciales a muchas cosas, pero la más divertida es intentar ver dentro de las mentes de las personas que andan por allí... al menos, es una forma de distraerse mientras esperas en una de las múltiples colas que te va a tocar hacer antes de volver a quedar libre, porque los Centros Comerciales son lo más parecido a un Secuestro Exprés que conozco, desapareces del mundo durante unas horas y cuando vuelves a ser libre te han sacado toda la pasta...


1 comentario:

  1. Buena reflexión.... centros como "L'ànec blau" hacen posible todo esto, démosle las gracias a todos los ideadores de estos.

    Bueno, pues.
    Deuuu:)

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